Llevan juntos desde el pasado mes de febrero y nadie daba un duro por su relación, pero poco a poco, Alejandra Rubio y Carlo Constanzia se están estabilizando. Él ya conoce a su suegra, Terelu Campos, y Alejandra a Mar Flores, aunque en contextos diferentes. Con la hija de María Teresa Campos quedaron y con la modelo coincidieron por casualidad. Terelu es íntima amiga de Nuria González, viuda de Fernández Tapias, y no es fácil la amistad con Mar Flores, que fue novia del empresario.

Alejandra y el italiano no viven juntos. Carlo sigue viviendo en un pisito de alquiler en el madrileño barrio de Vallecas y ella continúa instalada en Pozuelo, también en una casa de alquiler, muy cerca de la de su madre. De momento no hay intención de dar un paso más pero, al parecer, tampoco lo descartan. Ella, con 24 años, desde el mismo momento que cumplió los 18 empezó a abrirse camino en la televisión y, aunque ha empezado Derecho y Moda y ahora se ha inclinado por la interpretación.

De Carlo Costanzia, con 31 años, no se puede decir lo mismo. Tras dar sus primeros pasos como modelo y en el mundo de la interpretación, dio un paso en falso y fue condenado por estafa a dos años de prisión, que a día de día está cumpliendo. Pero de momento no tiene trabajo. De ahí que haya concedido dos entrevistas en televisión que le están sacando del apuro. La primera, la negoció con un representante, pero esta segunda, según ha podido saber Informalia, no ha sido así. En esta ocasión ha sido otra persona la que se ha encargado de negociar la entrevista

Sorprendentemente, según deslizan a Informalia, la persona que ha gestionado, negociado y cerrado la segunda entrevista de Carlo Constanzia con el programa DeViernes, es decir, quien ha ejercido de su representante, ha sido Alejandra Rubio. Sí, ella, la que se cabrea con la prensa cuando le preguntan por esta relación, la que ha dicho públicamente sentirse acosada, la que se sienta en los platós y dice que de su vida privada no habla (aunque sea lo único que haga) es la persona que ha sentado a su novio en un plato de televisión para que, entre otras cosas, hable de la relación que ambos mantienen y terminar escenificando lo mucho que se quieren con un tierno abrazo delante de las cámaras. La única duda es si se habrá embolsado el 20% del dinero pactado por la entrevista correspondiente a la comisión de representación. Ella mantiene, y no tenemos por qué no creerla, que no cobró nada tampoco por su aparición fugaz aquella noche junto a su novio